lunes, 22 de agosto de 2011

5 CLAVES PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE UN PLAN ESTRATÉGICO



ivette-caceres
Ivette Cáceres Madera
Directora Educ. Continua
Escuela de Graduados UNIBE
(EGRU)
Noviembre de un año cualquiera, en una empresa cualquiera. Se respira un aire de tensión y estrés, pues los ejecutivos están por todas partes solicitando los últimos reportes para preparar su informe de final de año y justificar sus logros e incumplimiento de metas. También deben de trabajar en su planificación estratégica para presentarla en la gran reunión.


Enero, febrero, marzo, del año siguiente. Con nuevos bríos los ejecutivos inician la implementación de su plan, que luego, al enfrentarse a los retos del día a día queda olvidado en un archivo y sólo es recordado en los momentos en que el departamento de Gestión del Talento Humano, o como decidan llamarle en su empresa, les recuerda que deben de enviar sus indicadores.


¿Qué pasa? Por qué gastar tantos esfuerzos y recursos en un plan que al final del año, siendo muy optimistas, llega a cumplirse en un 70%?
Stephen Covey, en su libro el Octavo Hábito, presenta un estudio realizado por Harris Collins Group sobre la brecha existente entre la planificación y la ejecución. Dentro de sus conclusiones se encuentran:
  • Sólo el 15% de los empleados conocían cuáles eran las metas y prioridades de la empresa (Misión, Visión, Valores, Objetivos Estratégicos).
  • El 81% de los encuestados reveló que no estaba comprometido con las metas, no las encontraban apasionantes.
  • Los empleados reportaron que sólo dedicaban el 49% de su tiempo para lograr las metas más importantes, el 51% del tiempo restante lo dedicaban a resolver problemas urgentes, no importantes, que muchas veces no tenían que ver con las prioridades de la empresa.
  • El 51% de los encuestados afirmó que no sabían qué debían de hacer para alcanzar las metas más importantes. Estaban comprometidos, pero no sabían qué hacer.

Para resolver esta situación, que consideramos común en muchas empresas, la dirección estratégica recomienda cinco pasos de acción:
  1. Involucre: todo el personal, sobre todo el de base que es quien realmente ejecuta los lineamientos estratégicos, debe de conocer cuáles son los objetivos y las prioridades de la empresa. Es necesario mantener una comunicación abierta, de arriba hacia abajo, para que todos se sientan parte responsable del logro de los objetivos.
  2. Mida los resultados: mida constantemente, no al final del mes, del cuatrimestre o del año, porque, ¿De qué sirve saber que sólo logramos el 70% del presupuesto al final del mes? No podremos hacer nada para solucionarlo. En cambio, si vemos que la primera semana no fue buena, podemos tener 3 semanas más para cambiar los resultados.
  3. Premie y reconozca el trabajo bien hecho: el reconocimiento es una de las herramientas más valiosas y baratas de la motivación. Refuerce lo positivo, felicite a los que logran los resultados.
  4. Corrija el trabajo mal hecho: el líder debe de ayudar a sus seguidores a mejorar y para ello es importante corregir los comportamientos y las estrategias que no están contribuyendo al logro de los objetivos.
  5. Cambie las estrategias que no dan resultado: Albert Einstein decía que "loca es aquella persona que desea resultados distintos haciendo siempre lo mismo". Si las estrategias no están ayudando a lograr los resultados ¡Cámbielas!

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